Cuando el desprestigio es más importante que la información

El pasado mes de marzo veíamos en iPhoneros un listado de artículos negativos sobre Apple publicados por el Wall Street Journal.

Sin embargo, no es necesario irse tan lejos para ver este tipo de sesgo. También en España tenemos un caso similar, en este caso a cargo de otro prestigioso diario como es El País. En los últimos meses hemos visto artículos en los que, por ejemplo, se centraban en las habituales bajadas iniciales del valor en Bolsa de la acción de Apple después de cada Keynote, aunque no se daba la misma importancia a las subidas posteriores. Por supuesto, el importante descenso actual se ha recogido en detalle.

Es probable que la línea que separa la información objetiva de los comentarios negativos se cruzase en un artículo donde el periodista empezaba preguntándose si Steve Jobs estaba pasado de moda, para terminar hablando, como no, de la bajada del valor en Bolsa (como podemos ver, un tema recurrente).

Pero el caso más claro de un artículo que se centra en intentar desprestigiar a la compañía en vez de proporcionar información contrastada es uno publicado la semana pasada, un día antes de que Apple diese a conocer sus resultados fiscales. El título, «Diez problemas y una solución«, ya nos da una idea de lo que nos podemos encontrar.

El artículo empieza comparando a Apple con la cadena de supermercados Día, simplemente por una campaña promocional para vender el iPhone… en la India. Eso lleva al autor a pensar que Apple se ha visto obligada a bajar los precios de sus productos para poder competir con sus rivales.
El siguiente párrafo resume lo que, a juicio del autor, son los principales males de Apple: la compañía vende menos, ya no controla los rumores, se ha tenido que disculpar varias veces, su competencia aumenta, etc. Menos mal que también aporta una «solución»: el lanzamiento de un producto innovador.

A partir de ahí, el periodista empieza a profundizar en lo que, según su opinión, son los 10 problemas de Apple. Y algunas explicaciones son, cuando menos, curiosas.

1. Bajar precios es bajar rentabilidad. De nuevo, a vueltas con el precio del iPhone en la India, asegurando además que la única opción que le queda a Apple en este caso es bajar los precios. En este punto sorprende el ataque que se hace a Apple por la diferencia de precio entre le iPad de 16 GB y el de 32. Según el artículo, la compañía carga al comprador con 100 $ más por 16 GB adicionales, cuando el coste de fabricación es de solo 17 $ más. Se le olvida mencionar que Microsoft y Google también cobran 100 dólares (o euros) más por 16 GB adicionales en la Surface o la Nexus 10, respectivamente.

2. A más aparatos, más frentes abiertos. Aquí pasamos en el mismo párrafo a hablar de dispersión de productos (de lo que se culpa a Jobs) a oferta reducida de dispositivos. Además se atreve a vaticinar que habrá nuevos modelos de tabletas y teléfonos, de diferentes tamaños y precios, e incluso un «reloj-iPod». ¡Ah!, y recomienda a la compañía que haga algo con su «sintonizador de televisión» para revitalizarlo (a pesar de que las ventas del Apple TV están siendo realmente buenas. Y, por cierto, no se trata de un sintonizador de televisión).

3. Cambios, demasiados cambios. Curioso este comentario, sobre todo ahora que llevamos desde octubre sin presentaciones de nuevos productos. «Un producto presentado como revolucionario, deja de serlo en tres meses», en referencia al iPad 4 con respecto al iPad 3. En realidad fueron 7 meses y medio (del 7 de marzo al 23 de octubre de 2012), pero como se suele decir, no dejes que la realidad te estropee una buena noticia.
También se habla de los cambios en los mapas (esto si, una gran error de Apple), los cambios en las clavijas (por el conector Lightning), en los sistemas operativos (que, según el periodista, han provocado que los dispositivos dejen de entenderse entre ellos) e incluso anuncios de productos fuera de fechas (en referencia al iPad de 128 GB, que según el artículo fue el Día de San Valentín, aunque en realidad se hizo a finales de enero).

Pero lo mejor llega al final del párrafo, cuando se acusa a Apple de fragmentación. ¿Pero no habíamos quedado que había pocos productos? Por cierto, Apple tiene 4 versiones de iPhone en soporte (acaba de declarar obsoleto el iPhone original, pero iOS solo se actualiza para el 3GS y posteriores) y otras 4 de iPad (las últimas versiones de iOS ya no se pueden instalar en el iPad original), aunque de cara a los desarrolladores solo hay dos tamaños de pantalla por dispositivo para las que pueden desarrollar. Por comparar, éstas son los diferentes tamaños de pantalla que ofrece Samsung para Android: 2.8, 3.14, 3.2, 3.4, 3.5, 3.6, 3.65, 3.7, 3.97, 4, 4.2, 4.27, 4.3, 4.5, 4.52, 4.65, 4.8, 5, 5.3, 5.5, 5.8, 6.3, 7, 7.7, 8, 10 y 10.1.

4. Los rumores, de buenos a pésimos. Aquí se hace referencia al antiguo hermetismo de Apple frente al “descontrol” actual que hace que las especificaciones de los productos e incluso las cifras de ventas lleguen al mercado mucho antes que el lanzamiento de los dispositivos. En el artículo incluso se describe el entorno de Apple como una “jaula de grillos”.

Aunque es verdad que en los últimos años el control que ejercía Apple sobre el desarrollo de sus productos ha ido disminuyendo, también es verdad que no es una situación exclusiva de los últimos meses, desde la desaparición de Jobs, sino que se produjo incluso en los últimos lanzamientos que presentó el propio fundador. En cuanto a la filtración de cifras, ya ha quedado claro con los datos de ventas del iPad y del iPhone que el descenso en la producción no se ha debido a una bajada en las ventas sino a un mejor control del stock y de los procesos de fabricación.

5. La agenda ya no es suya. En este punto se compara la escasa o nula competencia que tuvo el iPod y lo que tardó la competencia en copiar el iPhone (al menos reconoce que así fue) con la rápida respuesta que hubo al iPad, poniendo como ejemplo al Galaxy Tab. En realidad, tuvo que pasar bastante tiempo hasta que la competencia lograse lanzar una tableta que se pudiese considerar un real para el iPad.

6. En un mundo conectado, por detrás. Aquí se defiende a los sistemas “abiertos” frente a los “cerrados” de Apple, dejando claro que es necesario que “todo se conecte a todo”, defendiendo la búsqueda de la exclusividad en marcas como Sony, LG o Samsung porque fabrican desde frigoríficos hasta televisores y señalando, además, que Android se le ha ido de las manos.

Al margen de lo discutible del manido enfrentamiento entre sistemas abiertos y cerrados, dudamos mucho que el éxito de un dispositivo lo determine su “apertura”. El iPhone o el iPad utilizan ese sistema tan “cerrado” y son un éxito. Y nada impide que hablen con otros dispositivos. ¿O por qué los fabricantes de coches, por ejemplo, incluyen en sus vehículos soporte para dispositivos iOS? Incluso las famosas gafas de Google podrán «hablar» con dispositivos iOS. Si Apple quisiera cerrar sus sistemas, no permitiría este tipo de comunicaciones.

¿Android se ha ido de las manos? Es evidente el éxito de Android, aunque realmente el fabricante que mayor rendimiento está sacando de este sistema sea Samsung. En cualquier caso, no se puede comparar un sistema que funciona en dispositivos de un solo fabricante con otro multimarca.

7. Perdóname otra vez. Según el periodista, Apple nunca se disculpó cuando estaba Steve Jobs al frente, algo que Tim Cook ha tenido que hacer en dos ocasiones (con los mapas y el servicio post-venta en China). Por cierto, sorprende que se llegue a decir que uno de los problemas que tuvo el iPhone con Jobs era que el flash del dispositivo emitía “una luz lila”.

Pues no, Apple también se disculpó con Jobs al mando. Lo hizo por la bajada del precio del iPhone poco después de su lanzamiento, por el retraso en la comercialización del iPhone 4 en blanco o, a su manera, con el famoso Antennagate, con una comparecencia del propio Jobs. Que pregunten a muchos usuarios del Galaxy SIII lo que tardó la compañía en reconocer que algunos de sus móviles se quedaban bloqueados de forma permanente a los seis meses de uso.

8. O popular o exclusivo. La base para este punto reside en señalar que no se puede llegar a millones de usuarios y, al mismo tiempo, querer mantener un aura de exclusividad. Pero lo mejor es la solución que aporta (¡¡y eso que solo iba a dar una al principio!!): crear una Apple low-cost, al estilo de las marcas de ropa que crean una segunda línea más asequible. Que le pregunten a Ron Johnson la diferencia de filosofía entre ambos negocios. En cualquier caso, no parece que entre en los planes de Apple dedicarse de forma tan decidida al mercado low-cost. Y no creemos que los millones de usuarios que compran un iPad o un iPhone busquen exclusividad sino calidad y buenas prestaciones.

9. La competencia aprieta. En este punto vuelve a reconocer que la competencia ha copiado durante mucho tiempo a Apple porque la compañía era el modelo a seguir, tanto a nivel de productos como de tiendas, publicidad e incluso embalajes. Afortunadamente (sobre todo para los clientes) esto ya no es así. En cualquier caso, no creemos que todas las compañías hayan copiado siempre a Apple, ni muchísimo menos, aunque si que es cierto que, por ejemplo en el caso del iPad, su lanzamiento pilló al resto de empresas “con el pie cambiado” y tardaron bastante en reaccionar con productos propios.

10. Uno a uno, Apple vence a todos. Pero no puede con todos a la vez. Lógico. Y tampoco creo que sea el objetivo de Apple (ni de ninguna empresa, al margen, quizás de la Samsung de hoy en día). Compara el modelo de alta gama y precios elevados de Apple con el de Amazon y su Kindle, modelo con el que pierde dinero por dispositivo vendido, pero lo recupera con el contenido. Éste no es el modelo de Apple y dudamos que lo vaya a ser en el futueo. Si, la App Store o iTunes Store aportan muchos de los ingresos de Apple, pero la compañía sabe que también puede ganar dinero con la venta de sus dispositivos. El negocio de Amazon es vender contenidos. El de Apple, no (aunque también sea una de sus fuentes de ingresos).

Y, para terminar, la gran solución. Según este periodista, todos los analistas coinciden en que la única vía de salvación que tiene Apple es lanzar otro producto revolucionario, como si esto fuese algo que las compañías pueden hacer cada 3 ó 4 años. Pero claro, solo Steve Jobs era capaz de esto (parece que era el único que trabajaba en Apple). En definitiva, que la compañía lo tiene muy mal, a pesar de los 150.000 millones de dólares que tiene en caja.

¿Por qué sigue el diario esta línea editorial? Revisando los últimos artículos, el único “favorable” a Apple es uno de hace unos días en el que se habla de las ventas de la App Store frente a las de Google Play. Al margen de la rumorología que rodea a Apple y que la compañía siempre genera grandes titulares (incluso aunque se pase meses sin presentar ninguna novedad), parece excesiva esta subjetividad a la hora de presentar la información. En fin, suponemos que será uno de los inconvenientes del éxito.